Los televisores chilenos están prendidos en promedio 6 horas diarias y un niño menor de 5 años ha acumulado en su corto paso por esta sociedad unas tantas miles de horas pegado a la "caja tonta"...
y es que no hay tiempo para nada ... trabajas todo el día y llegas cansado a tu hogar sólo a ver tv; en el mejor de los casos memorizas en el colegio o la universidad todo lo que te obligan a aprender (sin cuestionar) y "tanto trabajo mental" te obliga a encender el televisor (yingo será la mejor opción)... Al parecer no existen momentos para pensar.
Luego de reflexionar un instante sobre esto, no me quedan más preguntas del porqué estamos como estamos...
Ah! pero están dando sweet sixteen...
adios
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